Foto en pose para el recuerdo, durante un ensayo, en el garaje de la casa de Rafa y Carlos, en el paseo de la Cornisa junto al Polideportivo López Socaz. Por supuesto los equipos se habían alquilado a un tal ROBENA en Schamann un par de días antes de la actuación para irnos adaptando, porque eran muy pocos los que empezando podían tener equipo propio y hasta el microfóno, por supuesto, lo conectabamos en uno de los amplis de guitarra. Orlando, el de la cinta al pelo, es el culplable de que yo esté metido en la música porque hasta que le conocí en el Instituto Alonso Quesada, yo sólo era un inocente pibe al que le gustaba la música rock. Pero empezamos intercambiando discos, de vinilo por supuesto, luego me habló de su cuñado, un tal Alfredo Santana, que tocaba en un grupo que se llamaba UNITED, que tenía una Fender Stratocaster y una Gibson Les Paul y no sé qué más historias y terminó por convencerme para que probara a cantar con su grupo. Un par de meses más tarde, sucedió lo que ya cuento en la primera de las fotos de Firestone.