MOMENTOS

 

No está en mí…, ni en ti…,  ni en todo lo que nos rodea
de  tu alma limpia y serena no es la reencarnación   
pasea  libre entre  juegos  eróticos de  bailes de salón
anda  escondida por ahí,  nadie sabe por dónde merodea.  
 
No  es  eterna,  no se hace rogar  y es,  a  veces  caprichosa  
no  anda,  no tiene piernas,  está en cualquier lugar
y  cuando viene a por ti...,  irresistiblemente  generosa
 
Donde se le supone,  a  veces  tampoco  la  encontrás
ni  en el espíritu  armónico de las  formas  y  las cosas
ni  en el aire,  el color,  el olor,  el sabor…,  pero está…
 
Está en la mirada de amor,  que nos regalamos
en el  fino tacto de tu mano cuando paseamos
en el  momento del café que compartimos
en el mágico aroma del cuerpo a cuerpo que liamos.