DESDE TU VENTANA

 

Me asomé de nuevo a la ventana de tu vida
cauto, en silencio y con el respeto debido 
sorprendido, consternado, confundido
en el aire aromas de dolor, lágrimas suspendidas.
 
Entre luces y sombras, imaginé en la distancia 
restos del naufragio como en un triste adagio
entre susurros y lamentos en aquella estancia.
 
Desnuda de amor, como un  hada  abandonada
en aquel abismal silencio, por no decir nada
dulce, trasnochada, la herida aún no cerrada.
 
Pero despuntó la mañana, espléndido sol, radiante
y por entre los bosques de tu tímida esperanza
me imaginé cual caballero que en lontananza
dice un...TE QUIERO...y el AMOR...se hizo ARTE.